domingo, 9 de noviembre de 2014

El rey de los pingüinos




El rey de los pingüinos contemplaba los icebergs una mañana de verano. Los miraba como cuando miramos la lluvia caer, viéndolos desplazarse lentamente por el agua helada, con un tímido vaivén flotante. Se preguntaba a qué lugar se estarían dirigiendo, dónde acabaría su viaje... de repente decidió zambullirse e ir hacia el barco de hielo más cercano, subiéndose a él momentos después. Llegó hasta lo más alto del bloque y plantó sus huellas aquí y allá dejando un mensaje pingüinil con el profundo deseo de que alguien pudiera algún día recibirlo..."para que tus pasos siempre sigan estas huellas"...


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