Las zapatillas de Anacleta

El cocodrilo Marcos se echa la siesta bajo el árbol de los pájaros rojos... ¡y los pájaros rojos se echan la siesta sobre el morro del cocodrilo Marcos!

Nombre: Mario
Edad: pequeña
Aficciones: el Rock & Roll y los pastelitos de chocolate
Lema: "¿me estas vacilando, muchacha?"

A Yoli le gusta el rosa y los pingüinos, por ello no es de extrañar que sea el hada madrina favorita del mundo pingüino. Cada vez que uno de ellos tiene un problema nada raudo y veloz a pedirle auxilio, ya sea un ala lastimada, un pico torcido o una patita trastocada... al momento ella saca su varita mágica pingüinil y con tres leves golpecillos ¡el contienente antártico vuelve a vibrar de alegría!

El cocodrilo Miguelón tiene cara de guasón,
su piel es toda verde y es un tipo bonachón.
Un pajarito flamenco que ví esta mañana
me dijo que a Miguelón le fascina la banana.
Y así es su tarta, de chocolate, banana y fresas,
con jugo de tomate y ¡un par de ricas cerezas!

Mariana es un viajera curiosa. Ultimamente la hemos visto chapoteando en las aguas griegas, bailando bajo los puentes de París y escuchando la música de Florencia. Pero lo que más ha fascinado a sus pies es la ciudad de Londres, sus calles, su bullicio y monumentos...¡tanto es así que al pasar por el BigBen y el Tower Bridge su reflejo quedo plasmado en sus zapatillas!

Y la vegetación se apodera de nuestras zapatillas formando espirales de colores y lianas. Y a la pequeña Ruth, experta exploradora, le toca irse abriendo camino entre la espesura de la jungla de asfalto para encontrar las flores más grandes y brillantes que, como todo el mundo sabe, son las que dan mejor sombra...

A Victor siempre le acompañan un par de divertidos robots. Llegaron hace tiempo desde un lejano planeta espacial y especial donde la mayor aficción de sus habitantes es bailar al ritmo de la electricidad... vatios dislocados, chasquidos de cortocircuito, zumbidos de motor, ¡cualquier estruendo alegra la melodia robot!

Ainhara es una golondrina amante de las flores y los helados de limón. Este verano ha decidido hacer nido en estas hermosas zapatillas cuyas flores alegrarán cada rincón de su nueva casa.

¡Hada Elsa, Hada Elsa,
concédeme un deseo con tu magia excelsa,
quiero bailando en mis pies corazones,
que sean hermosos, brilantes y molones!

Una tarde vino Alba a contarme la historia de un jardín que crecía tras un árbol de su gran ciudad. Ella lo encontró solitario, deseando que alguien le prestará atención. Desde aquel día siempre que pasaba por la calle del árbol se acercaba a ver el jardín, lo observaba y acaricíaba alguna de sus flores.
Pero una mañana de primavera el árbol había desaparecido, no quedaba más que su enorme sombra proyectada en la acera, y con él se había marchado también el jardín...
Lo fabuloso de esta historia es que días más tarde, al ponerse sus zapatillas blancas de verano, ¡Alba encontró a su lindo amigo subiendo por sus pies!

En la Antártida se ha formado un gran revuelo, unos cuantos pingüinos curiosos han decidido emigrar a estas zapatillas marinas. Los pies que viajan en ellas son expertos cuidadores de estas aves singulares, y en su piel lleva marcados picotazos mil de sabiduría polar.