Las zapatillas de Anacleta

Marcos pensó que quería unas zapatillas azules, que para él es el color de tooooodas las cosas que existen en el mundo, asi que se me ocurrió llamar a la tierra y la luna para que aterrizaran en sus pies.

Cuando la pequeña Irene sonríe las flores de sus zapatillas brillan tanto que casi no hace falta que salga el sol... ¡y a ella le encantan!

Markeltxo es un pulpo de las profundidades marinas al que le gusta darse paseos con sus pies favoritos, ¡son tan divertidos que a veces le hacen llorar de la risa!

Os presento a Brunocop, el robot más alucinante de las montañas. Con sus zapatillas puede trepar a los árboles más altos, alcanzar velocidades supersónicas en su nueva bicicleta y hacer cosquillas a discreción.

Uma es una princesa nórdica a la que le encanta silbar. A veces sale al bosque y mueve las copas de los árboles con su silbido haciendo que los pájaros se balanceen locos de alegría.

En los pies de Alda se está celebrando una fiesta de calaveras, son muy divertidas y les encanta bailar...¡no os extrañe si veis a su dueña moviendo el esqueleto al ritmo de la música!

Laura vive en una isla donde la naturaleza es tan misteriosa que hay cuevas flotantes, luciérnagas gigantes y crecen flores por todas partes... ¡hasta en las zapatillas!

Emma aprende a caminar con música, hace giros inesperados y unos cuantos pasos armónicos cuando la melodía sube desde sus pies.

Las fresas de estas zapatillas son muy jugosas y su color rojo brillante se refleja en las mejillas de Asia cuando sale a corretear por el campo.

Alén viaja en un barco velero, cuando pasa por el faro le gusta levantar la mano para saludar a su abuelita, que teje sueños para él mientras le observa navegar.

Un buen día June susurró unas hermosas palabras mágicas en el oido de Anacleta y con ellas encendió su imaginación.¡ Anacleta estaba tan agradecida que le inventó sus primeras zapatillas!